Todos sabemos que la crisálida es el lugar donde los insectos realizan la metamorfosis para evolucionar hacia un nuevo estado. Cada uno en nuestras casas, también estamos dentro de nuestra crisálida en la que tenemos la oportunidad de parar y conectar más con nuestro verdadero ser.
En un mundo acelerado, exigente, centrado en el hacer y en conseguir más dinero, más poder…, aparece una crisis que reúne todos los atributos de los entornos VUCA: Volátil, Incierta (Uncertain), Compleja y Ambigua.
Como en todo proceso de cambio, todos estamos transitando emociones similares, aunque con diferentes intensidades: desde la negación, el enfado, el miedo…hasta empezar a aceptar y adaptarnos a lo nuevo.
Estamos viendo como muchos ya están en una etapa de crecimiento, en la que han salido de la zona de confort y han empezado a construir iniciativas nuevas desde un propósito común, donde afloran actos generosos, más humanos, reconocimiento, altruismo, cooperación, flexibilidad, agilidad, empatía y aceptación y, aunque parezca contradictorio con el confinamiento, más conexión con familiares, compañeros, amigos, etc.
Porque, cuando la salud y la vida están en riesgo, lo importante pasa a ser lo verdaderamente importante. Esta crisis, nos trae desgracias y a la vez, una oportunidad única de ir hacia dentro de cada uno para dar lo mejor y salir más fortalecidos.
El reto es… ¿Cómo podemos sostener esta transformación y aprendizajes después del coronavirus?
Para ello, es esencial: parar el “piloto automático «y conectar con nuestro SER. Solo si dejamos de hacer todo el tiempo, podremos vivir este momento con el nivel de conciencia necesario para incorporar una nueva mirada, integrar nuevos aprendizajes y ser la persona que deseamos ser ahora y en el futuro.
Desde el punto de vista de liderazgo de equipos también representa una ocasión única, un momento de la verdad.
Antes de liderar a otros, lidérate a ti mismo.
Solo liderándote a ti mismo, podrás ser un líder más consciente con tu entorno. Y el auto-liderazgo empieza por conocerte mejor, para después decidir quién quieres ser en cada momento. Para ayudarte a lograrlo, te proponemos estas reflexiones:
– Emocional, ¿Cómo me siento? ¿Cuál es mi diálogo interior?
Permítete ser vulnerable y sentir emociones, sin bloquearlas, ignorarlas o juzgarlas, simplemente escuchando qué mensaje te traen. Ante las amenazas de la crisis del coronavirus, puedes huir, evitar o bien, afrontar la situación. El líder consciente, siente miedo, lo escucha, y lo afronta. Por ejemplo, movilizándose, preparándose o informándose ante una situación nueva que requiere una actuación diferente. Además, construye un diálogo interior centrado en lo que depende de él y dejando de pensar en aquello que no puede controlar o es incierto.
– Propósito: ¿Cuál quieres que sea tu contribución al mundo? ¿Qué quieres ofrecer a tu entorno?
Esta crisis nos está mostrando que cuando nuestros actos tienen un “para qué” poderoso, todo es posible. Los actos comunitarios, las acciones altruistas, toda la movilización social están siendo increíble. Después del coronavirus, ¿Qué “para qué” poderoso te seguirá movilizando en positivo?
– Valores: ¿Qué es lo más importante para ti? ¿Qué vas a hacer para ser más coherente con tus valores?
En situaciones difíciles es cuando más aflora lo que realmente es importante para cada uno. Quizás sea la armonía, la responsabilidad, la autenticidad, la flexibilidad, la confianza, la familia, etc. Cuando tienes clara tu escala de valores y actúas en coherencia, puedes tomar decisiones que te acercan más a tu felicidad y la de tu entorno. Decidir después sostener estos valores y llevarlos todos los ámbitos de tu vida depende de cada uno.
– Motivaciones: ¿Con qué disfrutas? ¿Qué te gusta realmente?
Ahora que tienes más tiempo libre, puedes ver tus preferencias más inherentes, aquello que realmente te gusta y que dejándote fluir, sin condicionantes sociales te hace ser más feliz. Por ejemplo, el deporte, bailar, leer…¿Qué espacios vas a proteger para mantener aquello que te sienta bien?
– Talentos: ¿En qué destacas? ¿Qué valor aportas y como puedes seguir ofreciéndolo al mundo?
Estas semanas, estamos viendo cantantes de ópera en los balcones, manualidades on line, yoga en casa, compañeros compartiendo conocimientos tecnológicos…empresas de automoción fabricando respiradores con impresoras 3D…. Sostener el cambio, implica conocer nuestras fortalezas y potenciarlas en el futuro.
– Calidad relacional: ¿Cómo te estás relacionando? ¿Desde qué emoción estás conectando con los demás?
Compartir un espacio físico con tus familiares o contigo mismo, durante tantos días es una prueba de fuego, pero también una oportunidad para convivir, jugar, conocernos, reconectarnos…Tu capacidad de reconocer al otro, escucharlo, pedir, ofrecer y acordar van a ser claves. Revisa desde qué emoción y actitud estás relacionándote para generar las relaciones más poderosas.
Y, ¿Cómo puedes ser un líder más consciente con tus equipos?
Una vez te auto lideras, puedes liderar más conscientemente a los demás.
Lidera conscientemente y acompaña a tu equipo a transformarse y evolucionar, más allá del coronavirus. Evita volver a la zona de confort y sostén a tu equipo en la zona de crecimiento continuo. Para ello, puedes impulsar algunas iniciativas que os ayuden a conoceros mejor y a crecer como equipo. Aquí van algunas ideas:
– Crea espacios para expresar y escuchar emociones, sin juzgarlas
– Co-diseñando un propósito común poderoso
– Construyendo climas más positivos, desde las motivaciones de cada uno
– Diseñando o revisando vuestros valores como equipo
– Identificando y potenciando las fortalezas de cada uno
– Fomentando la calidad relacional entre los miembros del equipo: reconocimiento, escucha, pedir-ofrecer-acordar
Y, sobre todo, permite a tu equipo parar para dejar de hacer y co-crear continuamente como estáis siendo y como queréis ser durante, después y más allá del coronavirus.
Entre todos, demos un sentido, un para qué a todo lo que estamos viviendo, seamos líderes e impulsores de una transformación que nos permita evolucionar con más consciencia, humanismo y con un propósito común, tanto como individuos, como equipo y como sociedad.
Gandhi decía, “sé el cambio que quieres ver en el mundo”.
… ¿Te apuntas?
Mónica Ariza
Coach e inspiradora de cambio en positivo